Los gases son considerados mercancías peligrosas debido a que se transportan bajo una alta presión que permite reducir su volumen de forma considerable. La fuerte presión a la que se someten los gases durante su transporte supone un riesgo muy elevado, ya que si este gas se libera de forma repentina emite una fuerte presión pudiendo hacer estallar sus contenedores y causar numerosos daños.
En función de sus reacciones se desprenden 3 divisiones:
Divisiones |
Productos |
2.1 |
Gases inflamables |
2.2 |
Gases no inflamables no tóxicos |
2.3 |
Gases tóxicos |
Gases inflamables. Pueden inflamarse al contacto con una fuente de calor, como el propileno, etano o butano. Su etiqueta debe contener el símbolo de una llama ya sea en color negro o blanco, sobre fondo rojo y el número 2 en el ángulo inferior.
Gases no inflamables, no tóxicos. Desplazan el oxígeno provocando asfixia, como el helio o el oxígeno. Su etiqueta debe contener el símbolo de una botella de gas en color negro o blanco sobre fondo verde y el número 2 en el ángulo inferior.
Gases tóxicos. Su inhalación puede causar efectos agudos o incluso la muerte. Pueden ser inflamables, corrosivos o comburentes, como el cloro. Su etiqueta contiene un símbolo de calavera sobre tibias cruzadas en color negro. El fondo es color blanco y se identifica con el número 2 en el ángulo inferior.